viernes, 31 de enero de 2025

Criterios SEAES


4.2.1. Compromiso con la responsabilidad social El criterio de compromiso con la responsabilidad social se refiere a la forma como la institución asume su responsabilidad y liderazgo social ante su propio contexto y las problemáticas más sensibles de las comunidades cercanas, con el propósito de contribuir a la conformación de una sociedad más justa, libre, incluyente y pacífica, así como al desarrollo sostenible y al cuidado del medio ambiente, en el ámbito local, regional y nacional; y a la preservación, enriquecimiento y difusión de los bienes y valores de las diversas culturas y con la internacionalización solidaria. La vinculación es la capacidad de responder a la sociedad en el marco de dicho compromiso a través de estrategias y acciones concretas en el ámbito de la docencia, la investigación y la extensión. El compromiso con la responsabilidad social de la educación superior debe evaluarse en función de la adecuación entre lo que la sociedad espera de las instituciones y lo que éstas hacen. Ello requiere discernimiento ético, imparcialidad política, capacidad crítica y, al mismo tiempo, una mejor capacidad de diálogo y articulación con los diversos actores de la sociedad para distinguir las problemáticas que los aquejan y actuar en consecuencia. La responsabilidad social tiene su fundamento en la urgencia de incorporar una perspectiva ético-social como marco de la toma de decisiones en todo el quehacer de la educación superior, de tal forma que los valores, principios y normas que las orienten sean objeto de reflexión crítica y deliberaciones colectivas. Requiere asumir que la misión fundamental de la educación superior es el servicio de la sociedad y su futuro sostenible, es decir, a la búsqueda del bienestar, de la equidad, de la justicia, de la paz, de la libertad y del cuidado del medio ambiente entre otros desafíos actuales. (CONACES, 2022: p. 55-56)

4.2.2. Equidad social y de género El criterio de equidad se expresa en primera instancia en el incremento de las posibilidades de acceso a la educación superior, pero no se queda ahí. Requiere que se asuman las medidas necesarias para corregir los factores estructurales y de vulnerabilidad social que inciden en el aprovechamiento de las oportunidades educativas y establecer las medidas de mitigación o corrección necesarias para que este aprovechamiento pueda darse en condiciones óptimas. La equidad también implica la transparencia, la honestidad y la racionalidad institucional en la toma de las decisiones que afectan a los actores de la educación superior. Promover la equidad social para construir una sociedad pluralista consiste en ofrecer una distribución equitativa de las oportunidades. Esto requiere una combinación de medidas generales y especiales para establecer las condiciones de igualdad que puedan promover realmente la equidad. La equidad de género es un criterio transversal a todos los anteriores que permite esclarecer la toma de decisiones en función de la equidad y respeto entre las personas, de tal forma que no prevalezcan los estereotipos y limitaciones culturales y políticos que tradicionalmente han asignado a ciertos roles femeninos o masculinos. De esta forma, la perspectiva de género permite construir condiciones equitativas para hombres y mujeres, así como para la diversidad de identidades y expresiones de género, orientaciones y características sexuales. Tanto la valoración de la equidad social como la de género, en el marco del SEAES, permitirá, en el seno de la vida y desarrollo académico de las IES, mejorar la igualdad de oportunidades y derechos de todas y todos a recibir la mejor educación, reconociendo las diferencias y brindando un trato equivalente que permita superar las condiciones que mantienen las desigualdades. (CONACES, 2022: pp. 56-57).

4.2.3. Inclusión El criterio de inclusión en la educación superior exige asumir los derechos humanos como principio clave del quehacer de la institución, de tal forma que ninguna persona sea excluida de la educación superior por motivo de su ingreso económico, su género, su raza, sus creencias o su edad, entre otras causas. Desde esta perspectiva, la inclusión implica tomar en consideración las características culturales y sociales del contexto de las IES, así como los derechos y características de los estudiantes, y de los actores educativos, para que todos tengan las mismas oportunidades y posibilidades de realización. Su valoración transversal en el marco del SEAES permitirá en las IES que los procesos respondan a las condiciones de sus actores y sus entornos, y que promuevan el diálogo constructivo, la interculturalidad, el respeto por la dignidad de las personas, la solidaridad, la honestidad y la búsqueda de acuerdos, favoreciendo la convivencia en un marco de respeto a las diferencias. (CONACES, 2022: p. 57).

4.4.4. Excelencia El criterio de excelencia educativa debe colocar al estudiante en el centro del proceso educativo, promover su mejoramiento integral constante y el máximo logro de su aprendizaje para desarrollar su pensamiento crítico, así como fortalecer los lazos entre escuela y comunidad. En este mismo sentido el artículo 9, fracción II de la LGES, establece que uno de los fines de la educación superior es la formación de profesionales con una “visión científica, tecnológica, innovadora, humanista e internacional, con una sólida preparación en sus campos de estudio, responsables y comprometidos con la sociedad y el desarrollo de México, con conciencia ética y solidaria, pensamiento crítico y creativo, así como su capacidad innovadora, productiva y emprendedora. Con mayor precisión aún, la aspiración de que la través de nueve rasgos que es necesario incorporar a una formación de excelencia que busca contribuir a la transformación social mediante sus capacidades de construcción de saberes, de resolución de problemas, de responsabilidad ciudadana y personal, como integrante de una comunidad. Desde una perspectiva general, la excelencia se entiende como la medida en que una IES logra los objetivos definidos por ella misma, así como los fines que establece la LGES. Sin embargo, a diferencia del concepto de calidad, que generalmente se operacionalizó en la política educativa en términos de un enfoque instrumental, con mínimos prefijados y estandarizados, la excelencia se refiere no solo a la comprensión de la situación que se guarda con respecto a un ideal, sino también a la capacidad de definir ese ideal a través de una visión clara, pertinente, equitativa, incluyente, en el marco de los desafíos del desarrollo de nuestro país; y a definir las acciones y metas necesarias en el corto y mediano plazo para alcanzarla. En este sentido y por los énfasis de la LGES, se puntualiza la excelencia en los aprendizajes, entendida como el logro de la incorporación cognitiva consciente y activa de conceptos y teorías complejas congruentes con su disciplina, así como el procesamiento y aplicación práctica de las mismas; su utilización como referente para construir nuevas propuestas y soluciones en el marco de la innovación y pertinencia social; impregnados de matices éticos y de valores, que desde su particularidad cultural le permitan respetar la diversidad, promover la inclusión, valorar la interculturalidad, con perspectiva de género que fomente la igualdad sustantiva y trabaja en función de evitar y erradicar cualquier tipo de violencia en especial contra las mujeres, en función del papel que profesionalmente jugará la y el estudiante en la sociedad. En síntesis, el criterio de excelencia educativa en todos los ámbitos de mejora de la educación superior, se expresa a través de su contribución a lograr el desarrollo humano integral y de los resultados tangibles obtenidos en la formación profesional. Por ello, es fundamental que la excelencia educativa en cada tipo de IES se vea orientada mediante el seguimiento permanente de su transformación y mejora; evaluando para ello, sus procesos y resultados de manera integral pero diferenciada. (CONACES, 2022: pp. 58-59).

4.2.5. Vanguardia La vanguardia educativa es un criterio que expresa la necesidad de avanzar hacia nuevos enfoques, metodologías, contenidos, para sentar las bases en función de la visión institucional. Expresa la capacidad de realizar cambios significativos y pioneros en la renovación de formas de actuar y de abordaje del conocimiento, trascender la tradición a través de transformaciones e innovaciones en aspectos científicos, tecnológicos, educativos o de gestión, en el ejercicio de la libertad, pero con el objetivo de ofrecer nuevas alternativas y transformar el cambio de expectativas en función de una contribución social más efectiva, en escenarios locales, regionales y nacionales; en el contexto de estrategias hacia la internacionalización solidaria. La vanguardia educativa adquiere sentido a partir de la visión de futuro que una comunidad educativa construye en función de su propio contexto. No se trata sólo de la incorporación de una cierta innovación, sino del potencial transformador que tiene hacia nuevos escenarios institucionales, pedagógicos o sociales. Por ello, la vanguardia educativa requiere consolidarse en aprendizajes colectivos en las comunidades académicas, en las instituciones y en el sistema educativo en general para que pueda considerarse como tal En este criterio tiene un papel fundamental la transformación digital de las instituciones educativas, como forma de contribución al cierre de la brecha digital en la enseñanza y en la sociedad. Asimismo, la formación en habilidades digitales y el uso responsable de las tecnologías de la información, comunicación, conocimiento y aprendizaje digital en el proceso de construcción de saberes, tal como lo prevé el Art. 7 de la LGES. (CONACES, 2022: pp. 59-60).

4.2.6. Innovación social El criterio de innovación social se refiere a la participación de la educación superior en los mecanismos de transformación de las relaciones sociales (instituciones, procesos, normas, etc.) a través de iniciativas concretas. El involucramiento de la educación superior en proceso de innovación social permite sinergizar las capacidades de las comunidades académicas con las de los actores, organizaciones y emprendimientos sociales externos en campos de interés común, a través de proyectos concretos, bajo nuevos enfoques de colaboración y corresponsabilidad orientados por valores sociales de equidad, solidaridad y justicia. Esto requiere superar la idea de la prestación de servicios como una respuesta rígida y reactiva de las instituciones, pues exige respuestas creativas para la construcción de portafolios abiertos y flexibles en función de problemáticas o desafíos detectados en forma conjunta. Desde el punto de vista operativo, la innovación social requiere la habilitación de redes y de comunidades de práctica que posibiliten el diálogo abierto, la participación, la retroalimentación, los proyectos interinstitucionales e intercomunitarios, y la construcción de conocimiento entre actores académicos y no académicos, aprovechando la diversidad de saberes prácticos, tácitos, científicos, tradicionales, etc. de todos los actores. Así, la innovación social como criterio en la educación superior, puede evaluarse a través de los aprendizajes, cambios e impactos generados tanto al interior como al exterior de las IES. (CONACES, 2022: p. 60)

 4.2.7. Interculturalidad El criterio de interculturalidad, como ejercicio ético-político, parte del hecho de que la sociedad no sólo es diversa, sino desigual, por lo que no basta señalar y valorar la diversidad cultural, sino que se busca transformar las condiciones de subordinación y desigualdad social. La interculturalidad en la educación superior, entonces, es un criterio que espera transformar a las instituciones en espacios de diálogo con pensamiento crítico y convivencia armónica, equitativa, solidaria y respetuosa. Muestra la importancia no sólo de “tolerar”, sino de aprender a vivir y a disfrutar las diferencias étnicas, sociales, culturales, religiosas y las que se dan entre naciones. Exige el respeto absoluto de los derechos humanos y de la identidad de todas las personas y del desarrollo de una cultura de paz y justicia. Para ello, la interculturalidad requiere el despliegue de estrategias de impulso a la diversidad y la vitalidad cultural para la construcción de puentes o espacios de relación desde la diferencia. No se trata solo de “valorar” la diversidad, ni de sustituir conocimientos, saberes o prácticas; sino de la puesta en práctica de interacciones efectivas y de la complementariedad. Se requieren estrategias dinámicas y proactivas de participación social en las IES que permitan el co-diseño, la co-formación y la coevaluación. Así, los entornos académicos que asumen la interculturalidad llevan a cabo un cuidadoso examen de sus funciones, programas y procesos para fomentar el desarrollo de relaciones sociales y territoriales desde la diversidad lingüística y cultural, incorporando diversos sistemas de conocimiento y paradigmas de investigación, para legitimar distintos ambientes y métodos de aprendizaje; así como para erradicar las prácticas y transformar las estructuras institucionales que reproducen la exclusión y la marginación, incluyendo acciones afirmativas. Así mismo, llevan a cabo una revisión crítica de sus enfoques desde la perspectiva de la diversidad de conocimientos y prácticas que pueden ponerse en diálogo para atender las problemáticas sociales; así como abordar las posibilidades de la interculturalidad, de la participación comunitaria, y del derecho a la educación superior tanto en términos de acceso como de pertinencia cultural. (CONACES, 2022: p. 61).

 

miércoles, 29 de enero de 2025

ENCI - Misión y Visión Institucional 2024-2025


Misión Institucional

Somos una institución pública de educación Superior con calidad humana, que forma docentes de educación básica, con las competencias y habilidades profesionales para apoyar a otros en su formación integral como ciudadanos, a través del fortalecimiento académico de directivos, docentes y estudiantes, impulsando la habilitación y participación de docentes y estudiantes en eventos nacionales e internacionales.

 

Visión Institucional 

Hacia el 2030 la Escuela Normal de Cuautitlán Izcalli consolidará ofertas educativas que destacarán por su calidad en la formación de profesionales de la educación obligatoria, en el desarrollo de sus competencias profesionales desde su ingreso a egreso; será reconocida por PE acreditados por SEAES, CIEES y certificación por ISO, operará en condiciones suficientes y altamente eficientes  para cumplir  con estándares académicos y de gestión de vanguardia; con una comunidad docente habilitada con miras a pertenecer a cuerpos académicos, como futuros SNI; la ENCI será reconocida como una institución innovadora  que difunde sus saberes y valores éticos a la sociedad e IES, a través de la movilidad académica de estudiantes con principios de inclusión, equidad y corresponsabilidad, cooperación, respeto a la libertad, solidaridad, e igualdad y justicia social.

 

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Fuente: ENCI (2024). Plan Anual de Trabajo de la Escuela Normal de Cuautitlán Izcalli. Ciclo Escolar 2024-2025. Autor.

Acreditación de la LEPRI

 

La Escuela Normal de Cuautitlán Izcalli obtuvo la ACREDITACIÓN del Programa educativo: Licenciatura en Educación Primaria, ante los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES).

La evaluación y reconocimiento que realizan los CIEES es un proceso mediante el cual se verifica que un programa educativo (en nuestro caso, Licenciatura) cumple adecuadamente con su propósito formativo y que cuenta con las condiciones necesarias para lograr sus finalidades educativas.


Los CIEES cuentan con una metodología de evaluación institucional basada en el propósito del programa, que pone énfasis en los resultados de los estudiantes y del programa educativo. La metodología que se utilizó para acredita nuestra licenciatura en educación primaria, consta de 5 ejes, 12 categorías y 49 indicadores.

Desde 2022 la ENCI realizó una autoevaluación, con base en la Guía para la Autoevaluación de Programas de Educación Superior (GAPES, 2018), por medio de análisis, balance de cada indicador, y con la compilación de evidencias (físicas y digitalizadas).

La visita de los pares evaluadores de CIEES se realizó en septiembre de 2023, y a través del protocolo aplicado, se emitió como resultado la ACREDITACIÓN de la Licenciatura en Educación Primaria, con una vigencia de 5 años, de octubre de 2023 a noviembre de 2028.

La Escuela Normal de Cuautitlán Izcalli agradece a todo el equipo que participó en este proceso de acreditación, coordinado por la Dra. Rosa Icela Juárez Pérez. A partir de este ejercicio, la ENCI se perfila como institución que mejora de manera permanente.

martes, 28 de enero de 2025

Calidad, Excelencia y Mejora Continua en el Marco General de Evaluación CIEES 2024

 Por: Miguel Ángel Tamayo Taype


En la normativa de nuestro país (Ley General de Educación, LGE, y la Ley General de Educación Superior, LGES) el término Calidad no aparece, pero si el término Excelencia. Ello ha llevado a la confusión en el uso de estos términos en el quehacer de la educación superior, por lo que se identifica la necesidad de abundar en el significado de estos conceptos, de sus relaciones y alcances, considerando adicionalmente el concepto de mejora continua.

CIEES

  1. Empecemos por el concepto de Calidad: Las opiniones sobre la calidad de la educación distan mucho de ser uniformes en el plano del debate y la acción internacionales, pudiéndose identificar tres principios que soportan este atributo que tienden a ser ampliamente compartidos y pueden resumirse de la siguiente manera: (i) necesidad de una mayor pertinencia del aprendizaje (II) necesidad de una mayor equidad en el acceso y los resultados, y (III) necesidad de respetar los derechos de las personas.

    Así, de los principios señalados, en el ámbito educativo, al que se da mayor importancia en la comunidad educativa nacional e internacional, es el que se refiere al derecho de la educación de las personas. Este principio sitúa al educando en el centro de la experiencia educativa, en un contexto caracterizado también por el respeto a los demás y del medio ambiente. En el contexto nacional el Art. 3º Constitucional establece que toda persona tiene derecho a la educación y que la educación se basará en el respeto irrestricto de la dignidad de las personas, con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva; por otro lado, en lo internacional, la UNESCO, promueve el acceso a una educación de buena calidad como derecho humano y propugna un enfoque basado en los derechos para todas las actividades educativas.

    Asimismo, el Art. 3 de la Ley General de Educación Superior, LGES, establece que “La educación superior es un derecho que coadyuva al bienestar y desarrollo integral de las personas…” y particularmente en el Art. 7, fracción IX, en que, basado en la definición de Excelencia de la LGE, se coloca al estudiante al centro del proceso educativo.

    Por ello precisamente para ubicar al servicio educativo como un derecho humano y no situarlo al mismo nivel que una mercancía, los documentos normativos referidos, evitan utilizar el término calidad y referirse al uso del término de excelencia.

  2. Existe consenso por tanto que en la comunidad educativa que la educación no puede considerarse como una mercancía de transacción comercial sino antes que todo, debe considerarse a la educación como un principio universal de derecho humano, pero añadiendo a que este derecho también implica que ésta deberá ser con calidad. Por lo anterior es necesario distinguir el significado de Calidad y Excelencia. Así, expresado en términos simplificados, se tiene que:

    • Calidad es el conjunto de condiciones, procesos y resultados que permiten que los estudiantes adquieran los conocimientos, habilidades, valores y actitudes necesarios para su desarrollo integral como personas y para su participación en la sociedad. Su reconocimiento se refiere al cumplimiento de un conjunto de estándares o requisitos específicos a través de una evaluación objetiva. En una apreciación más amplia se podría expresar en términos de las 5 dimensiones de la calidad que considera la UNESCO que buscan garantizar que la educación se haga accesible a todos (equidad) , adaptable a las necesidades de los estudiantes (relevancia), utilizando los recursos disponibles de manera óptima (eficiencia), buscando alcanzar los objetivos de aprendizaje establecidos (eficacia) y que contribuya al desarrollo social (pertinente) como parte de los 17 objetivos globales de desarrollo sostenible .
    • Excelencia, por otro lado, va más allá de la calidad. Se refiere a sobresalir o superar las expectativas, alcanzando un nivel superior de desempeño. La excelencia no solo implica cumplir con los estándares, sino excederlos y buscar la mejora continua. Es un concepto más subjetivo y está asociado con la búsqueda de la perfección o el mejoramiento constante en todos los aspectos.

    Lo anterior es consistente con la definición de Excelencia que emplea el art. 3ro constitucional y Ley General de Educación:

    • Se define a la Excelencia como “el mejoramiento integral constante que promueve el máximo logro de aprendizaje de los educandos, para el desarrollo del pensamiento crítico y el fortalecimiento de los lazos entre las instituciones educativas y la comunidad”.
      El servicio de excelencia deberá cumplir con las expectativas de su definición y por tanto estará en función de los recursos disponibles para cada IES, ya que deben hacer el “máximo esfuerzo para lograr el mejoramiento integral constante de los aprendizajes”, y ello implica la consideración de los principios de eficiencia y de pertinencia (eficacia) para lograrlo.

    En resumen:

    • La calidad se refiere a cumplir con los estándares y requisitos establecidos, y considerando a la educación como un derecho humano, atendiendo igualmente la inclusión social y la equidad, y la Excelencia en superar esos estándares y buscar la mejora continua, alcanzando un nivel superior.
      La excelencia es un objetivo más elevado que la calidad, mientras que la calidad es un nivel que se puede alcanzar, la excelencia es una aspiración de mejora constante.
  3. Relación de la calidad, la excelencia y la mejora continua
    • La calidad y la mejora continua están profundamente relacionadas. La mejora continua es un enfoque sistemático que busca incrementar la eficiencia, reducir errores y optimizar procesos de manera constante, y uno de sus principales objetivos es precisamente mejorar la calidad.
      Así que, aunque son conceptos diferentes, la mejora continua es una estrategia clave para lograr y mantener altos niveles de calidad. La mejora continua es un medio para alcanzar y sostener la calidad en una organización.
    • Excelencia se logra cuando la mejora continua se convierte en un hábito que impulsa a la organización a superar esos estándares, innovar y elevar constantemente su desempeño.,
    En resumen:

    Ambas, calidad y excelencia, dependen de un compromiso con la mejora continua para adaptarse, evolucionar y satisfacer (o superar) las expectativas autodefinidas, o de satisfacer las necesidades de la comunidad que se encuentra inserta el servicio educativo

  4. Únicamente para no omitir, es importante mencionar otras definiciones de la Calidad:

    La Red Internacional de Agencias de Garantía de Calidad en la Educación Superior (INQAAHE), Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (CHEA) de los EUA, la Asociación Europea para la Calidad de la Educación Superior (ENQA) entre muchas otras, presentan definiciones, aunque parecidas, pero finalmente diferentes. El rasgo común se encuentra en que la definición de calidad en la educación se relaciona con el grado de satisfacción de las partes que sostienen la operación de las instituciones educativas, es decir de las denominadas partes interesadas. Estas definiciones se les denomina de “segunda generación” porque parten del principio que la educación es un derecho humano.

  5. Los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior, CIEES, utilizan el término Calidad referido precisamente al uso eficiente de los recursos con que disponen las IES, y el de pertinencia en el sentido de que deberán aplicarse a la consecución de los propósitos institucionales y/o de sus programas educativos, considerando su entorno de actuación.

    En conclusión:

    Podría considerarse que el término Calidad que emplean los CIEES es un homónimo del significado tradicional de éste, ya que adquiere una resignificación al aplicarse a todos los procesos que ocurren en el ámbito educativo que procuran contribuir al mejoramiento integral constante que promueve el máximo logro de aprendizaje de los educandos, a través de una gestión que utilice eficientemente los recursos disponibles y con pertinencia con los propósitos y su entorno de actuación, definidos en las misiones institucionales.

    Es claro que las herramientas metodológicas tradicionales no se desechan, por el contrario, se utilizan para dar orden y claridad a la estructuración, en este caso al marco general de evaluación 2024. Así, por ejemplo, se sigue la secuencia de los métodos que se utilizan para mejorar los procesos de forma continua, haciéndolos más eficaces. Se trata de la secuencia cíclica que empieza con la declaración de la Misión y Visión institucionales y de los programas académicos, la formulación estratégica de logros, la gestión de éstos y la evaluación de sus resultados, atendiendo las recomendaciones para la mejora continua.



Texto originalmente publicado en la página oficial de CIEES

https://www.ciees.edu.mx/?seccion=eventos&area=detalle&id=61

Criterios SEAES

4.2.1. Compromiso con la responsabilidad social El criterio de compromiso con la responsabilidad social se refiere a la forma como la insti...